Reseña Cómic: 'Highway to Hell'

 




'Highway to Hell' (conocido en USA como 'Hellbound') es un entretenido cómic de terror europeo con sabor americano que, sin duda, nos aporta una buena dosis de decapitaciones, monstruos y acción.

El polifacético músico italiano Davide "Boosta" Dileo escribió un relato llamado 'Il Tramontatore' que fue el punto de partida para que sus compatriotas del Italian Job Studio, un grupo de creativos liderados por los dibujantes Riccardo Burchielli y Francesco "Matt" Mattina, materializaran tras dos años de desarrollo 'Highway to Hell', un viaje al centro del terror de serie B.
Además, para esta miniserie de cuatro números (publicada por Panini Cómics Italia en 2014) contaron con la experiencia de un guionista americano que había trabajado en dos editoriales de prestigio como Marvel y Dark HorseVictor Gischler. 
Por tanto, nos encontramos con una obra de raíces italianas pero que destila horror "made in USA".

La historia se centra en una investigación a lo largo de la Ruta 5 por parte de una extraña pareja de agentes del FBI: Jaynesh Mirchandani, de carácter tranquilo, y el políticamente incorrecto, Isaac Brew.
Expertos en casos "poco convencionales", llegan hasta el condado de Caledonia (Vermont) tras la pista de unos brutales asesinatos que, a priori, parecen cometidos por un nuevo asesino en serie.

El rastro de sangre les conducirá a un destartalado desguace de coches, regentado por un extraño chatarrero llamado Dusker y una misteriosa joven, la atractiva Littie. 

Dusker se dedica a combatir a las fuerzas procedentes del mismísimo Infierno provisto de unos sellos protectores tatuados en su piel, una portentosa armadura y una enorme llave inglesa (afilada en su extremo) a modo de arma. 
Además, es el último de una legendaria estirpe familiar llamada los Obscurecedores que, desde el origen de los tiempos, ha mantenido a raya a vampiros, hombres lobo y demás criaturas de la noche.

Lo peor, es que el Maestro Marion (un monstruoso ser de gran poder con apariencia andrógina e infantil) ha decidido reunir a un ejército oscuro para terminar con Dusker y, de paso, erradicar de una vez por todas a los Obscurecedores.

Aunque a simple vista podría parecer el típico thriller policíaco con cierto toque sobrenatural, su trama va de menos a más y, con el paso de las páginas, se convierte en un auténtico carrusel de emociones fuertes. 
Si hay algo del guion de Gishler que destaca sobremanera son sus ocurrentes diálogos, cargados de ingenio y de humor negro. 

En cuanto al apartado gráfico, el trabajo de los dos dibujantes es bastante solvente y, sobre todo, ambos se complementan para que el resultado final sea notable.

Sin ser nada espectacular, el estilo sucio y cercano al indie americano de Riccardo Burchielli cumple con creces la tarea de ilustrar la gran mayoría del cómic, llenándolo de espeluznantes criaturas que parecen sacadas de la película de Carpenter, 'The Thing'
Su único "pero" son algunas escenas de acción, en las que su trazo se vuelve algo confuso y requieren de un esfuerzo extra por parte del lector para saber qué está sucediendo.

Sin embargo, el buen hacer de Francesco Mattina no tiene apenas fisuras y es sobresaliente durante las pocas viñetas que dibuja. 
Su manera de plasmar los flashbacks de los personajes es brillante y poseen un gran acabado visual. Como curiosidad, "Matt" también es el encargado de ilustrar y colorear las cubiertas, que desde el primer momento llaman (y mucho) la atención del lector. 

En cuanto a las ediciones de 'Highway to Hell' en nuestro país, Panini Cómics publicó en junio de 2015 la miniserie con algunos extras bastante interesantes en un solo volumen de 160 páginas a color en formato cartoné.


Frase memorable: "La plata es luz, hijo de perra" (Agente Mirchandani

Lo mejor:  Los flashbacks dibujados por Mattina y los diálogos entre los dos agentes federales.

Lo peor: Que no tenga (por ahora) continuación.

Nota final: 7.

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