Reseña Cómic: 'Drácula de Bram Stoker'
El año pasado y después de una larga espera debido a problemas legales para reeditarla, hemos vuelto a disfrutar de la adaptación al cómic de una de las películas más recordadas de los noventa, 'Drácula de Bram Stoker'.
Amada y odiada a partes iguales, la cinta dirigida por Francis Ford Coppola alcanzó el éxito de crítica y público en su estreno en 1992. El cineasta, autor de obras como 'El Padrino' o 'Apocalypse Now', aceptó un elevado presupuesto (nunca antes visto en una película de terror) para recuperar su prestigio perdido como director y, de paso, salvar a su estudio Zoetrope de la bancarrota.
Visualmente abrumador, siendo todo un homenaje al cine mudo y al expresionismo del alemán Murnau, el regreso de Coppola contó con un atractivo elenco de grandes actores como Gary Oldman, Anthony Hopkins, Keanu Reeves o Winona Ryder.
El resultado final tuvo una gran acogida entre los seguidores del mítico Conde Drácula, por tratarse de una romántica y terrorífica cinta que respetaba el espíritu original de la novela de Bram Stoker, alejándose de la imagen "frívola" que nos habían ofrecido previamente las producciones de la Universal o de la británica Hammer.
Para apoyar su lanzamiento y anticipándose a la gran popularidad que cosecharía, Topps Cómics planeó publicar una miniserie de cuatro números en formato cómic, contando con un equipo creativo formado por el veterano Roy Thomas y un dibujante en alza llamado Mike Mignola, que revolucionaría poco después el mundo de la viñeta con un carismático personaje de cosecha propia, el demonio Hellboy.
Por aquel entonces, el guionista Roy Thomas era uno de los pesos pesados de la industria, gracias a su buen hacer como editor de cómics (sustituyendo al legendario Stan Lee cuando éste decidió retirarse). Tras un amplio bagaje en Marvel y DC, durante los años noventa se centró en adaptar al cómic numerosas películas y series de televisión (e incluso se atrevió con la famosa ópera 'El Anillo del Nibelungo').
Por otro lado, Mike Mignola estaba llamando poderosamente la atención de todo el mundo gracias a su trabajo con el buque insignia de DC, Batman, ilustrando varias portadas y dibujando un curioso "what if" de la editorial, 'Batman: Gotham by Gasligth'.
Además, se había ganado el puesto por méritos propios ya que, como miembro del departamento de arte de la película, participó en el diseño y guion gráfico durante el rodaje.
En esta fantástica miniserie, Roy Thomas logra condensar de forma impecable los 128 minutos de la cinta sin que la historia se resienta ni un ápice. Asimismo, es capaz de captar la esencia del relato original al recuperar parte de la narrativa epistolar, utilizada con cuentagotas en la película.
Una complicada e inestimable labor que, por desgracia para el guionista, queda algo ensombrecida por el sobresaliente apartado gráfico del cómic, quizás lo más recordado de la obra.
Gracias a una base artística centrada en su gusto por lo gótico (con influencias que van de la literatura Pulp a la imaginería de H.P. Lovecraft), Mike Mignola se siente como pez en el agua en esta obra ambientada en la época victoriana y que tiene a un vampiro como protagonista principal.
Mignola despliega todo su arsenal y demuestra un gran dominio de una de las técnicas más utilizadas en su carrera: el claroscuro, es decir, el contraste de luces y sombras.
Utilizando pequeñas viñetas en las que el color negro potencia todo su conjunto (y aporta un toque de lo más siniestro, dicho sea de paso), Mike Mignola recrea a la perfección los momentos más memorables de la cinta, consiguiendo trasladar prácticamente plano a plano el filme de Coppola a las páginas del cómic.
A pesar de no alcanzar aquí su cénit como artista (algo que no lograría hasta su aclamada serie 'Hellboy'), su trabajo no deja de ser espectacular y logra grandes cuotas de brillantez, gracias también a los intensos colores que aporta un magistral Mark Chiarello. Mignola da un paso de gigante como ilustrador y deja constancia de su enorme potencial, con un estilo único que será reconocible con el paso de los años.
Sin ser un cómic que marcó una época, 'Drácula de Bram Stoker' es una obra imprescindible para todos los amantes del género de terror en general y, en particular, para los fans de la película, que para bien o para mal, fue todo un fenómeno cinematográfico en los años noventa.
Frase memorable: "¡Escúchelos! ¡Son los hijos de la noche...! ¡Qué música tan dulce componen!" (Drácula tras oír los aullidos de los lobos en la noche)
Lo mejor: El trabajo de Roy Thomas a la hora de adaptar la historia. El sublime dibujo que nos brinda a lo largo del cómic Mignola.
Lo peor: Haber esperado tanto tiempo para disfrutarlo de nuevo.
Nota final: 8'5.
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